Tal cultivo se practica en China en la región de Xinjiang, donde se encuentra el suelo más alcalino del país. Las estadísticas muestran que los suelos alcalinos ocupan alrededor de un tercio de los recursos terrestres del Reino Medio, lo que dificulta significativamente el desarrollo de la agricultura en esta región.
Pero los habitantes de la aldea Keshilake afirman que esto no es un problema, y cultivan fresas en invernaderos. Según Zhang Ting, gerente de una de las compañías agrícolas en Xinjiang, el principal secreto de los altos rendimientos en un suelo tan pobre es la reducción de la alcalinidad del suelo al agregarle materia orgánica.
Recuerde que el suelo arcilloso alcalino, cuyo pH (> 8,5) tiene muy pocos nutrientes para el crecimiento y no es muy beneficioso para el desarrollo de la agricultura.